Ficha Libro


El grito de la grulla

Junichiro es un niño japonés que sueña con ser piloto de aviones, como su padre. La historia se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial y tiene como protagonistas a Junichiro y a su amigo Noriaki, quienes comparten la misma pasión tanto por los aviones como por las grullas. En Japón, la grulla representa la amistad, el amor, la esperanza... Por eso, cuando la explosión de la bomba atómica provocó miles de heridos, recibieron en los hospitales cientos de grullas de papel.

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El monstruo de la oscuridad

El monstruo que vivía debajo de la cama se hinchaba con la oscuridad de la noche. Por eso, el hijo de Yosi y Dafna le tenía tanto miedo y jamás se sentaba en la cama con las piernas colgando. Pero eso ocurrió hace ya tiempo. Ahora no, ahora ambos somos amigos y se entienden sin problemas.

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El niño con el pijama de rayas

Bruno, con nueve años descubrirá el horror de la guerra pese al continuo esfuerzo de su padre porque no se interese acerca de lo que ocurre fuera de la casa. Sus padres se trasladaron de ciudad debido a que su padre, un oficial del ejército alemán, fue trasladado a otro recinto y Bruno se quedó sin amigos. El hecho de vivir en una casa de tres pisos le parece aburrido, ya que estaba acostumbrado a habitar una vieja mansión de cinco pisos por la que podía explorar libremente (el juego favorito de Bruno). En su afán de buscar amigos, Bruno sale a explorar el sector y descubre un lugar misterioso, y conoce a otro chico, que como él, tampoco podía salir libremente. Ese niño tenía un pijama a rayas... y con él Bruno, conocerá otro mundo y aprenderá lo que es la amistad.

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El niño perdido

El niño Jesús se ha perdido, no está en el nacimiento la noche de Reyes. Una niña se da cuenta y sale a buscarlo entre ruinas y escombros. Una historia que mira hacia la destrucción que provoca la guerra desde el punto de vista de la esperanza que aportan los niños.

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El Rey del Mar

Por fin, aquel año iba a haber una amnistía muy grande para los presos políticos y, a lo mejor, mi padre podía salir libre de la prisión y volver a casa. Además, el periódico había anunciado que iba a atracar en el puerto de Málaga, por primera vez, un trasatlántico norteamericano, el King of the Sea, uno de los barcos más grandes del mundo. Eso nos tenía muy intrigados. Por supuesto, mi hermano y yo seguíamos acudiendo después del asqueroso colegio a la playa para que Salvador, el pescador, nos contara historias de cuando era joven y se había embarcado de marinero de cubierta en innumerables buques con los que había estado en los siete mares.

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