A Berni no le gusta ir a la frutería. Porque el frutero es viejo y gruñón. Y tiene unas manos... Y tiene una barba... Y tiene unas espaldas... Con un cuento de elefantes, en el que también hay uno viejo y enorme, al que todos temen, pero que después resulta que es un buenazo, pacífico y simpático, la madre de Berni enseña al niño que las cosas no son siempre como parecen. Que son, casi siempre, distinto de como se piensa.
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De pequeña, todos la conocían por Bibi. Entraba y salía de las casas de la urbanización como si fueran suyas. Los vecinos la compadecían por ser huérfana de madre y porque su padre, además de no trabajar, se pasaba gran parte del día borracho. El carácter alegre y abierto de la niña pone en el relato un fondo amable a un problema social duro, al que el autor ha sabido buscar solución sin provocar desgarros y amarguras.
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La familia de Jorge, un niño vivaracho y con mucha fantasía, es alegre y acogedora. Acaban de mudarse a su nueva casa y alguien llama a la puerta... Aparece Bigote blanco-bigote- negro, un personaje rarísimo que al principio asusta a Jorge. Pero su curiosidad es aún mayor que su miedo...
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Tras la imagen de un compañero abusón que se comporta como si fuera el más fuerte, a menudo se esconde un pobre muchacho que oculta sus propios miedos. Como Bill, el grandulón de esta historia que al final no resulta tan valiente. Pero en este cuento no hay buenos y malos, sino una mirada comprensiva hacia el otro, aunque se trate de un matón. Unas imágenes narrativas, a modo de viñetas y con ilustración de línea clara suponen una introducción a la lectura de cómic.
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La madre de Billy ha muerto, y tanto su padre como su hermano mayor están inmersos en una de las huelgas de mineros más importantes de todos los tiempos. El padre de Billy lleva a su hijo al gimnasio para que aprenda boxeo, igual que hizo él de pequeño. Pero el chico se siente fascinado por la magia de la danza y prefiere observar a las niñas que estudian ballet.
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Una mañana, la madre de Billy entra en el cuarto de éste, le pone un vestido rosa y lo manda al colegio. Billy no sale de su asombro. Todo ha cambiado desde que tiene aspecto de niña.
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La escritora chilena Gabriela Mistral en esta ocasión hace una versión en verso de un fragmento del cuento clásico Blancanieve de los hermanos Grimm. Específicamente, se trata de la escena del encuentro de los siete enanitos con la protagonista. Esta versión en verso, hace que releamos de una manera nueva y encantadora este cuento y tanto adultos como niños y niñas, podrán volver a disfrutar esta clásica historia. Esta versión en verso de este cuento, se une a las versiones que realizó Gabriela de La Caperucita Roja, La Bella Durmiente del Bosque y La Cenicienta.
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Érase que era una bonita choza donde nació una niña saludable y hermosa.Tenía ojos rasgados de color caramelo, piel como chocolate y muy crespo su pelo. "Le pondré Blanca Nieve, es un nombre ideal", comentó su mamá que era muy original.
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Blancanieves tiene una madrastra muy mala y envidiosa. La niña termina en el bosque y encuentra la casa de unos enanitos...
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La madrastra ha enviado a Blancanieves a la ciudad, pensando que allí se perderá para siempre, lo que ella no sabe es que la ciudad es un lugar muy bien organizado, donde hasta los niños perdidos encuentran ayuda. ¿Qué pasará cuando lo descubra? Además de disfrutar de la lectura, permite conocer la ciudad, el plano y los empleados municipales
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