Al hombre del saco, a la bruja y su caldero, al gigante que se come a los niños o al lobo...¿quién no ha tenido miedo a alguno de ellos? Hasta los mayores sienten miedo alguna vez, aunque sea de una lagartija.

Ana Banana no tiene miedo. Siempre se le ocurren cosas estupendas y divertidas. Al niño que juega con ella le gustaría ser así, pero todo le da miedo. ¿Cómo hace Ana para ser tan valiente y burlarse hasta de la oscuridad?

En este volumen se incluyen dos relatos policiacos de William Irish (1903-1968), uno de los maestros indiscutibles de la novela de suspenso. En "Aprendiz de detective", un niño de doce años nos relata en primera persona la experiencia vivida al emprender en plan noche la búsqueda de una amiga que ha sido raptada. La intriga, la emoción y el suspenso consiguen atrapar al lector desde la primera a la última línea de este espléndido relato. En "un robo muy costoso", en cambio, se nos describe la planificación y ejecución del robo de unas joyas que traerá consecuencias por completo inesperadas para sus protagonistas, dos ladrones de poca monta. El humor negro que destila todo el relato culmina, sin embargo, en un estremecedor e inolvidable desenlace.

Mireya y sus amigos saludan al Señor Hoy con alegría y se preguntan qué maravillas les deparará. Pero de pronto, el día, radiante y prometedor, se enfurece y hasta llora. Llega la noche y Mireya siente un poquito de miedo. Menos mal que los pensamientos agradables tienen alas y acuden volando.

Idoia vive atormentada por unos caracoles. Por su cumpleaños recibe un reloj de agua y desearía volver meses atrás, cuando aún estaba abierta la puerta azul de su casa. Entonces, sus padres la abrazarían y la llamarían "pequeña princesa". Retomar el pasado no es posible, pero Idoia cuenta con la valiosa ayuda de su abuela y de Lise.