Gioconda viaja desde Iquique a Valparaíso, para entrar a estudiar a la universidad Federico Santa María. En el mechoneo conoce a Héctor. Al cabo de un tiempo comienzan una relación pero también se entera de que está embarazada de un encuentro sexual durante el verano. Héctor decide formar una familia con ella pero cuando ella da a luz le dicen que es portadora del virus del Sida. Todo se derrumba y tienen que volver a levantar su vida. Será importante el papel del padre Santi en el proceso de entendimiento de esta enfermedad que vive Gioconda, a través de la cual, aprende a conocer mejor su vida.

Gaturro se despierta una mañana y descubre que su familia actúa de un modo muy extraño. El padre, en el jardín y a gritos, persigue a una rana con un cuchillo, un tenedor y un frasco de mostaza picante para condimentarla; Luz y Agustín, vestidos de fiesta, bailan y ríen como locos sobre el sofá, mientras la madre, arrodillada frente a la lavadora, intenta meter en el tambor una bandeja con carne, cebollas, pimientos y papas. Gaturro está totalmente desconcertado y corre a buscar ayuda.