Esta novela recrea un momento de la vida de una familia dueña de unas tierras en una población rural que debe enfrentar dos situaciones problemáticas: la sequía que está agotando los campos y la viruela negra que tiene entre la vida y la muerte a los niños del lugar. En medio del sueño y de la fiebre, los niños protagonistas viajan a los cerros sagrados de Rayoloma y Huahual Zhuma, a solicitar a los apus-ancianos el regreso de las lluvias. Esta obra evidencia la convivencia cultural de elementos blanco-mestizo-indígenas y un decidido compromiso ecológico de defensa de la naturaleza.

El patrimonio cultural de un pueblo se conoce a través de los relatos tradicionales que recuerdan la historia y los personajes de épocas remotas. En este libro, tenemos hermosas leyendas del Ecuador que retratan la relación de los pueblos originarios con la naturaleza y la tierra, además de la relación cercana de las personas con la magia y la fantasía. Con esta selección de relatos, las nuevas generaciones se pueden reencontrar con sus orígenes y tradiciones.