Esta es la historia de Moncho, un niño al que no le gusta ser el pequeño de la familia. No obstante, su tierna y desbordante imaginación le permite superar con creces este hecho, y vive feliz una serie de aventuras divertidas y mágicas, reservadas a los niños y niñas que, como él, son capaces de llevar un gigante en el bolsillo.

¿Por qué me he dejado arrastrar hasta Transratonia, al castillo del Conde Vlad? ¡Hay una niebla tan densa que no se ve a un palmo del morro y los habitantes apestan a ajo! Brr.. Se dice que el ajo sirve para mantener lejos a los vampiros...

Lucas tiene un escondite secreto al que solo se puede llegar caminando por los tejados. Un día en que su mejor amigo se queda a dormir en su casa se lo muestra. Curiosenado entre los cachivaches y libros que encuentran allí, aparece una fotografía que les conducirá a un importante descubrimiento relacionado con su familia.

Cuando Patricia entró en la tienda de mascotas, todos los animales se agitaron en sus jaulas: ¿A cuál de ellos elegiría? El afortunado fue Rufo, un cachorro de león que soñaba con trabajar en el circo. Pero enseguida su nueva ama, una niña caprichosa y egoísta, se olvidó de él. Sólo el compañerismo de otros animales y la preocupación de otras personas le ayudaron a superar esta situación de abandono.

"Lunar, lunar..."; cantaban las niñas y Katrin, instintivamente, se tocaba la mejilla. No querían jugar con ella porque tenía aquel lunar color chocolate. Sólo había una forma de que Katrin entrara en el grupo: que les contara siete cuentos nuevos. Gracias a los muñecos y a su lunar, que no era un lunar cualquiera, pudo conseguirlo ¡Quién se lo iba a decir!