Gus Weller es el alumno más problemático de Kaylee. No hay maestro que los resista y es que Gus acaba con la paciencia de cualquiera. Pero como es el hijo de alguien muy importante, resulta mucho más sencillo para los maestros dejar la escuela que expulsar al chico. ¿Chico? No, Gus Weller es un grillo, todo un grillo, sí señor.
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Las tediosas vacaciones de verano en casa de sus tíos todavía no han acabado y Harry se encuentra más inquieto que nunca. Apenas ha tenido noticias de Ron y Hermione, y presiente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts. En efecto, cuando por fin comienza otro curso en el famoso colegio de magia y hechicería, sus temores se vuelven realidad. El Ministerio de Magia niega que Voldemort haya regresado y ha iniciado una campaña de desprestigio contra Harry y Dumbledore, para lo cual ha asignado a la horrible profesora Dolores Umbridge la tarea de vigilar todos sus movimientos. Así pues, además de sentirse solo e incomprendido, Harry sospecha que Voldemort puede adivinar sus pensamientos, e intuye que el temible mago trata de apoderarse de un objeto secreto que le permitiría recuperar su poder destructivo.
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Bradley Chalkers es el chico más grosero, bruto y antipático del colegio. Además, siempre saca las peores notas de su clase y nadie quiere sentarse a su lado. Hasta que llega un alumno nuevo, Jeff y le toca sentarse junto a Bradley, en el último pupitre. Jeff es un chico amable que intenta ser simpático con Bradley, aunque éste no le corresponda. Un día, Bradley piensa en la amabilidad que Jeff derrocha con él, y le paga un dólar por ser su mejor amigo. Poco a poco esa amistad va haciéndose más real hasta que se hacen muy amigos. Además, al colegio llega también Carla Davis, una psicóloga para ayudar a los alumnos con problemas. Al principio, Bradley es muy reacio a ver a un psicólogo, pero, poco a poco, Carla se va ganando la confianza del chico. Gracias a la señorita Davis, Bradley se esfuerza en ser mejor persona y en sacar mejores notas.
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Javi es muy amigo de uno de los dos leones de piedra que hay a la entrada del parque. Es sonriente y simpático. El niño siempre le cuenta lo que le ha pasado y lo que ha hecho en el colegio. Pero el otro león parece fiero y Javi no se atreve a acercarse ni a hablar con él...
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Al estudiar el medio ambiente, Judy Moody se entera de la destrucción de los bosques tropicales y de que hay especies en peligro de extinción, por no hablar de lo mal que recicla la basura las personas de su familia. Lo mejor de todo es que, según el Sr. Todd, está en sus manos hacer algo por el planeta. ¡Judy Moody inicia la cruzada ecologista!
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En la clase de Junie B. Jones van a celebrar el Día de la Mascota. Pero hay un problema: ¡Está prohibido llevar perros al cole! Y la única mascota que tiene Junie B. es su perro Cosquilla. Si papá y mamá no le compran otra mascota, Junie B. tendrá que conseguir una por su cuenta. Como por ejemplo, una ardilla chiflada, o un pez no muy vivo, o unos bichos dentro de un bote, o ¿quién sabe? quizá algo mucho mejor...
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La clase de Junie B. Jones va a ir a una granja, y todos los niños están entusiasmados. Todos... menos Junie B. Y es que en las granjas hay ponis superpeligrosos, y gallos malos malísimos que te pican en la cabeza hasta que se te ve el cerebro. ¿Será Junie B. capaz de descubrir algo bueno en la granja? ¿O esta acabará siendo la peor excursión de la historia?
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Junie B. Jones lo tiene muy claro: Hacer trampas está feo-feísimo. Pero ¿qué pasa cuando se trata de copiar los deberes de otra persona? Eso no es hacer trampas, ¿verdad? Sólo son los deberes. ¡Ni siquiera se trata de un examen! Y hablando de exámenes...
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Debido a un malentendido, Junie B. Jones piensa que su nuevo hermanito. No es que sea mono, sino que es un ¡MONO DE VERDAD! Por eso, decide aceptar regalos de sus mejores amigos para ver quién lo verá primero. Después de que Junie intenta reclamar los boletos de colación que también ha conseguido, la espera la oficina de la directora.
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En esta aventura, a Kika se le ocurre emplear un par de trucos de magia para ayudar un poco a su profesora durante una clase... en presencia de un inspector del Ministerio de Educación. ¡Seguro que en el colegio de Kika nunca se había vivido un día tan agitado!
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